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El mejor lugar para invertir y garantizar la rentabilidad

Invertir en el Reino

El objetivo de la inversión es producir un rendimiento positivo. En los negocios, nuestro objetivo es encontrar constantemente la manera de maximizar este proceso. Los "economistas" especulan sobre las condiciones y las oportunidades que con mayor probabilidad darán buenos resultados, pero puede ser difícil encontrar algo "seguro". El rendimiento de la inversión (R.O.I) es la clave del éxito y encontrar las mejores oportunidades puede ser un compromiso para toda la vida, pero esto no se limita sólo a los negocios. Permítanme explicarles a qué me refiero:

Invertir en el Reino de Dios es invertir en otro tipo de economía. Es una economía que ofrece oportunidades increíbles y proporciona rendimientos que pueden ser incuantificables. Una inversión empresarial tiene que tener en cuenta el riesgo y suele costar dinero. no sólo financieras, sino a menudo sacrificadas y requieren fe. Es importante señalar que el reino de Dios no es sólo una realidad futura, sino que está presente y activo en el mundo de hoy.

"Nadie que haya sacrificado su hogar, su cónyuge, sus hermanos y hermanas, sus padres, sus hijos -lo que sea- saldrá perdiendo. Todo volverá multiplicado muchas veces a lo largo de su vida. Y luego, ¡el plus de la vida eterna!"

-Lucas 18:29-30 MSG

Cuando invertimos en el reino de Dios, nos asociamos con Dios en su obra para llevar salvación y sanación a las personas, las comunidades y el mundo. Cuando tenemos esto en cuenta en nuestra vida empresarial, nuestro impacto e influencia crecen, y encontramos un nivel más profundo de propósito y significado en nuestro trabajo. En última instancia, invertir en el reino de Dios consiste en alinear nuestras prioridades con las de Dios, y vivir una vida centrada en los propósitos de Dios y no sólo en los nuestros. Este tipo de inversión traerá bendiciones y recompensas tanto en esta vida como en la venidera.

Invertir en el reino a menudo se parece mucho ayudar a la gente y permitir misiones centradas en Dios. En mi experiencia, cuando he tenido la oportunidad de invertir en algo que se ajusta a esa descripción, he experimentado la bendición de Dios en mi vida laboral, familiar y personal.

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